El blog es una herramienta de comunicación directa y cercana, en la que se difunde información acerca de nuestros productos o de las actividades que desarrollamos. Además de la página web, las empresas pueden sacar el máximo provecho a las redes sociales poniendo en marcha un blog.
Para ello es importante que el blog enfatice en las ventajas que encuentran quienes los utilizan, ofrecer consejos o recomendaciones, reflexionar sobre alguna novedad o algún cambio social o legal que nos pueda afectar, etc.
De esta manera, con el blog estaremos aportando un valor añadido a nuestra actividad, le damos un aspecto más humano a nuestra empresa y tendremos la posibilidad de convertir a los lectores de los artículos en clientes.
Otra ventaja de los blogs de empresa es que nos permiten recabar la opinión de los usuarios o clientes de manera directa, sin necesidad de hacer estudios de mercado o de contratar los servicios de una empresa externa que solicite sus opiniones a través de encuestas o formularios. Aquí las opiniones se conocen en tiempo real y sus emisores tienen nombres y apellidos, lo que nos permite establecer vías de comunicación con ellos si lo estimamos oportuno.
Estos comentarios pueden realizarse directamente en las mismas noticias o posts, si lo tenemos habilitado para ello o a través de las redes sociales.
Además, existe un aspecto clave del blog empresarial y es que si somos capaces de crear contenido de calidad y los actualizamos de manera constante, los buscadores nos encumbrarán en sus preferencias, pudiendo aparecer en las posiciones más altas cuando los usuarios recurren a ellos.
Esta situación puede hacer, por ejemplo, que el blog de una empresa esté mejor situado que su página web. Una situación que se da con más frecuencia de lo que nos imaginamos.
Building interno y puntos de notoriedad
Parte fundamental del éxito de un blog son los enlaces que contiene. En este sentido es importante que los artículos tengan hipervínculos que conduzcan a los lectores hacia nuestros productos, servicios e incluso a otros artículos propios que anteriormente hayamos publicado en nuestro espacio virtual. Este gesto se denomina “building interno” y tiene como objetivo difundir con mayor precisión las cualidades de nuestro trabajo.
También es conveniente incluir links a otros portales o páginas relacionadas. En este caso serían links externos. Si el contenido de nuestro blog es original es probable, también, que otras webs hagan enlaces con nosotros en sus publicaciones.
Este gesto es de vital importancia para buscadores como Google que entiende como importante nuestro blog y le otorga unos “puntos de autoridad” frente a otras webs en las que el contenido apenas varía.
El hecho de que otras iniciativas destaquen nuestro contenido frente a otras publicaciones del sector puede convertirnos en contenido viral en las redes sociales.
Es decir, que el contenido publicado supere la barrera propia del blog y multiplique exponencialmente su visibilidad al compartirse de manera repetida en otras plataformas de comunicación en línea. Esto conlleva, de nuevo, la posibilidad de llegar a más público y, por ende, de tener un mayor número de clientes.
Diferenciarse de la competencia
Aunque cada vez es más frecuente que las empresas pongan en marcha sus propios blogs, todavía hay muchas entidades que no lo poseen. Y esto conlleva que no sean tan visibles en la Red como sus responsables quisieran.
Así pues, poseer un blog empresarial es un punto que nos diferencia de la competencia, pudiendo ser más visibles a nuestro público objetivo, y pudiendo acceder a nuevas cuotas de mercado a los que de otra manera nos sería muy costoso llegar.
En cualquier caso, el blog no funciona solo. Como herramienta de comunicación que es, requiere una dedicación y un esfuerzo del que hay que hacerse cargo desde el mismo momento en que se pone en marcha.
Así, debemos dedicar recursos a su mantenimiento y atención continua. Si no encontramos a los profesionales adecuados, lo mejor es solicitar los recursos de una empresa externa, especializada en comunicación, que escriba los contenidos, controle su publicación, realice los enlaces y coordine la temática de cada uno de ellos bajo la supervisión de la dirección de la empresa.
De nada sirve comenzar un blog y abandonarlo poco después, pues en este caso estaríamos dañando nuestra propia imagen de marca.
